La Orquesta Ciudad de Almería nos propone un duelo sinfónico viajando desde el Sureste al Oeste, desde el olor a pólvora a la esencia de los hombres y mujeres que se hicieron a sí mismos al calor del desierto. En 1892 el compositor checo Antonin Dvorak se traslada a Nueva York para dirigir el Conservatorio Nacional de Música. Allí se sumerge en la música que fundamenta la cultura estadounidense, las melodías de los nativos americanos, los cantos espirituales afroamericanos y los himnos del Ejército de Salvación. Este paisaje sonoro aparecerá en su Sinfonía nº 9 denominada del Nuevo Mundo, aunando tradición europea y espíritu pionero.Esta nueva voz americana será la que nutra e inspire durante los años treinta a compositores como Copland y Gofré, y posteriormente se adentre hasta las costuras de cada banda sonora en todo western que valga su peso en oro. 

Esta célebre sinfonía enlazará nuestra trama: La introducción Adagio del primer movimiento se asoma tras la leyenda de Billy El niño y el segundo movimiento va precedido de los aires populares de El Salón México. On the trail nos lleva a lomos de un burrito por el sendero del Gran Cañón, hasta el tercer movimiento y tras él, Michael Thomas estrena en Almería su Nana Mexicana, basada en una melodía de Sabre-Marroquin interpretada por Henrzyk Szyering que Thomas escuchó en su infancia. El cuarto movimiento precede a Hoe Down, un rodeo musical que servirá de feliz desenlace para esta aventura con nuestra indómita orquesta, al más puro estilo Wild West.